Llegó a casa del hospital anoche, y con las piernas doloridas, (tenía que estar al menos una semana después de la conmoción cerebral), y una cara nueva, Farradayy era mucho menos musculoso de lo que hubiera preferido. Era joven, y Farradayy se veía hermosa (esa cara. ) Farradayy mantuvo la suavidad de mi polla en cada empujón, y tampoco me llamó papá. Sólo me dio una bofetada en el trasero, y me dijo que Farradayy tampoco necesitaba mentirme, y que ya no iba a ser una puta polla negra. "No soy una puta, papá. Sólo quiero ser una niña increíble, y ser amable contigo. "Su anuncio de no necesitar ser una puta me hizo ganar una risita, y una mirada de sorpresa tanto de ella como mía, antes de que Farradayy se fuera. Pero entonces Farradayy se rió, mirándome con una expresión hambrienta en su cara, la mirada caliente y suplicante de una puta. Y empecé a sonreír, y le dije que su cara era hermosa. Pero también estaba cachonda y tentadora, lo que me atrajo, acercándome. Entonces Farradayy se acercó, y yo estaba ocupado con ella, disfrutando del olor de su pelo, y su cuerpo, y la irresistible sensación que me daban sus palabras. Pero Farradayy me dijo, "Papá, no quiero que me des mi caramelo. Quiero tomar tus dulces. "Así que dejé que se sacara la polla de su boca, y Farradayy la lamió con su lengua, y se fue al cajón de los trastos. "Pero primero, papá, quiero saber si soy una niña mala...