Mio Akiyama se puso de rodillas y manos, así que mi cara estaba en el centro de su pecho y mi cara estaba justo encima de su coño. Contuve mi respiración mientras la sentía contra mí. Cuando le lamí el coño, de repente entendí por qué Mio Akiyama se sentía tan cómoda conmigo. Su coño era tan agradable y húmedo y mi lengua se sentía tan bien en su suave, húmeda y rosada carne. Cuando sus piernas se abrieron hacia mí, guié mi lengua arriba y abajo en su sexo en pequeños círculos, antes de intentar deslizar un dedo en su sexo. Mio Akiyama rápidamente tiró de sus piernas hacia atrás. Puse mis dos manos en sus muslos y metí mi lengua entre ellos. Su carne se sintió tan bien en mi lengua mientras me deslizaba y resbalaba. Sentí su piel cosquillear mientras Mio Akiyama se acercaba más y más a mí. Tiré de mi cabeza hacia atrás para ver cuanto cabía en su coño. ¡Podía caber justo en la parte superior de su raja! Rápidamente empujé mi lengua dentro y fuera de ella tan profundo como podía. Mio Akiyama alcanzó su mano debajo de mí y comenzó a bombear su mano arriba y abajo de mi eje. Su dedo mientras Mio Akiyama me bombeaba arriba y abajo estaba lentamente tocando su clítoris, haciendo que su coño hormigueara. Realmente me estaba metiendo en esto. Puse mi boca en su clítoris y le di una buena lamida, trayéndole un orgasmo...