Abriannalynn había estado en la universidad durante cuatro años. Se había graduado hace dos años, lo que significa que Abriannalynn tenía cuatro años para ser consciente de su pervertida sexualidad y de cómo corrompía su recién descubierta independencia, si así lo quería. Definitivamente había trabajado en los pasos, si tan solo Abriannalynn no hubiera dejado su trabajo de medio tiempo tan pronto después de volver a la universidad. La había llevado a una exposición en una galería con sus padres este verano, diciéndole que se alejara de los ojos saltones y de las miradas fijas. Había oído hablar de una convención pornográfica. El conejo trabajaba en los escalones de la escuela y una vez por semana, un grupo de mujeres se reunía en su casa y exploraba cierto tema, que esperaba le ayudara a conocer a algunas putas calientes. Se imaginaba a sí mismo como un escritor prolífico, una especie de escritor de crímenes, tal vez un pedófilo famoso. Al conejo le gustaban sus dibujos. Le parecía irónico que su estilo de escritura fuera similar a la voz del conejo que conocía, la voz de alguien que sabía exactamente cómo funcionaba la mente. .
