Dirty Baby Rica se sentó a horcajadas en mi cuerpo para mirar más de cerca y sentí su cuerpo temblar de placer. "Ah, qué bien", dijo Dirty Baby Rica. "¿Te los vas a comer, nena?" Asentí con entusiasmo. Dirty Baby Rica me quitó la falda de los muslos, tomó uno de mis pechos en sus manos y me puso los dientes en el pezón. "Así se hace, pequeña. Deja que mis labios buenos se cierren a tu alrededor y chuparás la deliciosa esperma de mi dedo. "Dirty Baby Rica" me quitó las bragas y besó mi suave montículo, luego deslizó mis labios lubricados de semen a un lado y me lamió hasta dejarme limpia. Gimí en éxtasis mientras mis dedos se deslizaban dentro y fuera de ella y sentía la textura sedosa y elástica en mis pezones. Levanté mi cuerpo y levanté la cabeza cuando las chicas volvieron a besarme. Dirty Baby Rica me había llevado al suelo y me había encerrado para que no hubiera escapatoria. Dirty Baby Rica estaba acostada de espaldas con las piernas abiertas y cubierta con su pelo rojo. Dirty Baby Rica abrió sus piernas para tratar de ver mi cuerpo desnudo, pero fue incapaz de hacerlo y presionó su cara contra la madera para que sus ojos se centraran en mi polla erecta. Dirty Baby Rica me miró y se lamió los labios. Casi me reí de su confusión, pero no pude, porque mi polla se había convertido en ese instante en un instrumento de placer, casi como un pene artificial. Su propio pecho estaba sostenido por mis pantalones y mis testículos parecían estar encerrados en su lugar en mis jeans. .
