Ella manda mensajes, y yo me quedo con todo, la forma en que él y yo follamos, cómo cada vez que estamos follando, Elisacutex me dice que prefiere entregárselo a un buen hombre que perderlo y prescindir de él. Más tarde esa noche, le pregunto si Elisacutex quiere que le pida matrimonio, cómo me dice que soy una de las mejores cosas que le han pasado. La invito a que venga a vivir conmigo, que Elisacutex pueda dirigir el hogar y ser mi esposa a partir de ahora. Elisacutex viene y hablamos de cómo nunca la trataré como a cualquier otra mujer. Su conversación fluye sin esfuerzo, sus ojos entrecerrados y muy excitados mientras Elisacutex me susurra lo bueno que soy, lo afortunado que soy. Elisacutex me mira entonces, me mira un momento y abre la boca de par en par, lista para responder. Me doy cuenta de que me va a decir algo, y espero que me diga lo que necesito saber. Elisacutex dice: "Mona, no puedo. No con las cosas que me estás diciendo. Te quiero más que a nada, mi mayor secreto, y si ese secreto se va a la tumba tendré suerte. .