Katti Kat termina de pie a su lado y tiene que retroceder un poco para ver sobre sus cuerpos desnudos. Amordazados, ellos van primero, bocas y lenguas lamiendo cada pulgada de su agujero de mierda. Una espesa humedad se desarrolla en el centro de su clítoris. Katti Kat chupa a una de ellas limpiamente, gimiendo mientras se dirige a la otra. Metiéndose entre sus bocas, levanta una mejilla, dándole a Katti Kat una vista verdaderamente erótica de sus pechos y coño. Esta es una polla como nunca la había visto Katti Kat, la hombría de un hombre asiático. Gruesa, musculosa, sobresale como un poste montado por un macho asiático-americano, dura como una roca y, Katti Kat sabe, virgen. Cuando los labios de cada coño empiezan a cosquillear, Katti Kat acaricia la parte delantera del culo de Lisa. Sus propias tetas abultadas se flexionan bajo el peso de ellas, balanceándose de lado a lado mientras son bombeadas con unas buenas seis pulgadas. Katti Kat coloca una mano en el borde del escritorio, aliviando una gruesa carga de semen, dejando que fluya de su coño y baje por sus muslos. La corrida sale de su coño, lubricando su hambrienta y lujuriosa lengua. Katti Kat aún no ha tocado una de ellas. Levantando una mano, Katti Kat se hunde en el escritorio. Katti Kat se levanta de nuevo con unas cuantas miradas desagradables y un guiño. Katti Kat pronto tiene uno a cada lado de ella. Katti Kat siente una mano en la parte posterior de su cabeza, besándola con fuerza...