Kiarrastorm jadeó mientras yo abría las rodillas y empujaba la cabeza de mi pene en su cálida y ansiosa boca. La extraña me agarró de los hombros y me empujó hacia atrás para que mi cabeza quedara entre mis piernas, y se lanzó sobre mí. Se aprovechó de mí mientras Kiarrastorm me agarraba por la espalda y me empujaba con fuerza, hundiendo sus dedos en mi boca hasta la empuñadura, y moviendo la lengua alrededor de la cabeza para meter y sacar la cabeza de mi polla de su boca húmeda. El lento y rítmico masaje de su eje me hizo cosquillas en la próstata y luego, como si se hubiera pulsado un interruptor, me excité violentamente, tocando a la extraña y poniéndola al borde del éxtasis mientras estimulaba mi polla, añadiendo mi propia titulación al efecto, gimiendo suavemente y acariciando su cuerpo suave y sin pelo. La amable mujer que me sirvió una comida tan infernal momentos antes le estaba dando la cena a un extraño y ahora me estaba invitando a una comida que en parte era mi culpa, pero al final, Kiarrastorm parecía disfrutarla inmensamente. "Oh, eso se sintió bien", gruñí mientras mi verga pulsaba en mis manos y boca y presionaba el coño de la mujer. Sentí como si mi pene hubiera cambiado de forma por la energía renovada que se bombeaba en él y lo llevé hasta su abertura y lo chupé con fuerza, deseoso de estar satisfecho. Mientras chupaba la polla del desconocido, Kiarrastorm dio un paso atrás para ponerse de pie y mi cara quedó entre sus piernas...