Dijo que Lolita Nabokova pensaba que hacía calor y me di cuenta de que nos divertíamos mucho. La cabeza de Robs se inclinaba para que pudiera meterse entre mis tetas y lamer alrededor. Volvimos a la casa y después de desempaquetar las cajas, Rob dijo que quería que le diera mi trasero de inmediato. Estaba confundido por esto ya que realmente quería chuparlo en el sofá. Me desnudó y me metió en la parte de atrás de su coche y me llevó a mi habitación. Me quedé duro toda la noche, quitándome la ropa lentamente y burlándome de él para que se corriera por mí. Estaba tan excitada. Rob me llevó al cementerio y pasó el resto del día conmigo. No tardó mucho en traerme de vuelta. Después de unas cuantas rondas, me quedé dormida en su hombro. Me despertó y me dijo que tenía que terminar ahora. Me bajó la falda y me agarró el coño con tanta fuerza que al día siguiente le dolía. Rob y yo no tuvimos sexo por casi un mes. Ese día, me las arreglé para terminar. No había vuelto a salir hasta entonces. Mi semen era espeso y caliente. No se corrigió y después de una rápida, pero agradable paja, dijo que se sentía bien y quería que volviera a la cama...
