Acorn Power se retorció, su cuerpo temblaba en el acto de querer orinar, pero no pudo hacerlo ni por un segundo. Tenía que ser la misteriosa poción lo que la estaba matando y Acorn Power tenía que detener esto. Recé con fuerza, tratando de aferrarme a una sola esperanza y fallando. Acorn Power sangraba tanto que aunque le quitara la poción, sólo la haría vomitar unas cuantas veces más. ¡Pero era la vida de mi madre y no podía dejarla morir así! Empujé las ganas y agarré las caderas de mi madre, sus piernas, su garganta. Le apreté el pecho, le metí la polla dentro de ella, mis pelotas golpeando su suave vientre y su coño, y continué forzando mi polla dentro de ella. Su coño estaba demasiado apretado para mí, pero ha estado duro durante un tiempo y tuve que intentarlo una vez más. Cuando mi polla entró hasta el final, hubo un chillido primitivo y su cuerpo se tensó mientras Acorn Power me empujaba fuera de ella. Mientras Acorn Power seguía apretando sus pechos, mi polla la empujó dentro y fuera de ella. Me acerqué para devolverle un beso antes de salir de ella. Acorn Power estaba pegajoso con mi semen, así que me limpié y me levanté. Mi ropa estaba rota y mi polla pegada a su coño, supuse que sería la última vez que la miraría. Quería su cara en mi polla, chupando mi polla y haciéndome correrse de nuevo, pero Acorn Power tenía que estar arriba...