Charlotte se me echó encima, apretando los labios del coño y tocando mi polla y mis pelotas. No podía creer que me la estaba quitando delante de mi padre. Después de unos minutos, mi padre le sacó el coño y jadeó. Me miró y dijo: "¡Maldita sea, tiene un coño!" Su padre. Jodido. Su padre. Eso era lo que más me molestaba de la relación con mi padre. Nunca lo superé. No creo que fuera sólo el hecho de que no podía creer lo que veían mis propios ojos. Un mes más tarde, mi madre tuvo un ataque al corazón y tuvo que mudarse a un asilo. Su padre se mudó de su casa. Estoy segura de que mis padres siguen teniendo relaciones sexuales con mi madre, pero Charlotte les ha hablado un poco de mí. Algunas cosas deben cambiar. Aquí es donde entra mi padre. Ha salido del armario. Es un andrófilo, lo que significa que le gustan los hombres. Así que mi madre le ha hablado de mi interés por los chicos. Lo han discutido durante la última semana, y él le ha dicho que no tengo ningún deseo sexual hacia las chicas, y que está más en contacto con mis deseos hormonales hacia la androginia. Quiere intentarlo. Aparentemente, tiene que ver a un psicólogo y yo tendré que ver a alguien más sobre la situación. Charlotte quiere asegurarse de que no soy gay, lo que nunca ha sido una pregunta para mí...