La loca Abbi seguía jurando en voz baja y su labio seguía levantado de manera casi obscena, así que puse mis manos en sus pechos para sostenerla en su lugar. Su cuerpo tembló y sus gritos se hicieron más y más fuertes. Fue entonces cuando tuve la idea de dejar que se corriera en mi lengua mientras su propia corrida goteaba de la punta de mi lengua en su limpia y húmeda vagina y la moví lentamente y luego lamí sus jugos de sus ahora brillantes pezones rosados. Estaba completamente excitado pero mantuve mis brazos sobre ella y miré sus hermosos ojos azules. Vi como la loca Abbi se arrodillaba delante de mí con su suave y lisa cara contra mi hombro. Podía sentir sus bragas empezando a gotear y me llevó unos segundos recordar que Crazy Abbi estaba en topless y saqué mi polla y le di unos azotes en el coño tan fuerte como pude. La loca Abbi no reaccionó cuando le di dos bofetadas en los labios expuestos de su coño. Agarré la correa de entre sus piernas, la saqué de sus labios húmedos y me di la vuelta. Mi polla se había puesto rígida y tenía la necesidad de correrse una y otra vez, pero la novedad de tener a una chica chupándomela en público seguía siendo repugnante. Con mi polla todavía dura por mi lucha por correrse, empujé a la chica...