Ella rompe el agarre que tiene en su cuello, desliza sus caderas hacia arriba, se empujan juntas, Eva Blet Cristo son enormes! Bueno, no son tan grandes como el tamaño de un maíz pegado a su barbilla. "Bueno, ahí vamos", dice, "Se siente bien, ¿no?" Cristo, esto es genial, la forma en que besa sus labios, es como si sus labios fueran como agujeros para su lengua. Es increíble, podría haberla tomado desde lejos, pero este pequeño placer carnal, ¡oh, lo hace tan condenadamente caliente! Su pene se desliza hacia afuera, y Eva Blet rueda sus caderas hacia adelante, tomando la cabeza salivada de su pene. Eva Blet abre su boca, y agarra su polla mientras se desliza dentro de su boca. Él se la mete en la garganta, y sus caderas se aplastan contra la de ella mientras la empuja, inclinándola hacia su boca, dejándola amordazada. La embiste de nuevo, más profundo esta vez. Sus pelotas se golpean contra su barbilla, y jadea dentro de su boca. Él lanza un fuerte gemido, y le tira del pelo, Eva Blet echa la cabeza hacia atrás, enterrando su cara en su hombro...
