Nos preguntó cuánto tiempo duraríamos con ese polvo, cuántos agujeros llenaríamos en esta fiesta. Nos había estado tomando el pelo, con ese coño suyo. Había tenido ese coño en exhibición toda la noche, desde el momento en que me senté en su cama y empecé a adorarla. Había mantenido su coño bien mojado, tan lleno de carne para que lo cogiéramos. Había probado mi semen, mientras yo le chupaba el clítoris, el culo y el coño. Le había llevado esas dos enormes pollas a casa. Podría haberla cogido toda la noche, pero esa puta no podía serme fiel, así que le dije que no se cogiera a mis chicos negros nunca más, especialmente no en esa cogida. En este punto, Jessika97 estaba siendo tan obediente, esperando a ser follada. Jessika97 no quería acercarse demasiado y terminar yendo por ese camino traicionero que había vislumbrado toda la noche. Todo lo que tenía que hacer era decirle que me diera un polvo duro cuando quisiera y habíamos terminado, y no podía evitar que esa puta lo consiguiera. Le arranqué esas bragas sexys y la empujé a su espalda, mi polla lista para entrar en esa jugosa y calva raja suya. Jessika97 no podía competir conmigo con esa polla gorda dentro de su coño, lo sabía. Su coño se había mojado con mi semen, de la misma manera que Jessika97 estaba empapada de mi polla. Saqué mi polla y la puse en su agujero de espera, y luego usé su preciosa concha para conducirme hacia abajo, deslizándome dentro de ella. Alineé sus agujeros, tomándome mi tiempo para disfrutar de la vista de su coño...