Le dijo que Sexliz estaría bien con un trío como ese, y aunque no sabía muy bien qué pensar, dijo que estaba abierta a cualquier cosa. Estaba tan excitado por esto y teniendo esa polla enterrada en mi coño que decidí seguir adelante y preguntarle. Después de pensarlo un poco y de dudar un poco (gracias a Dios), le dije que me iba a tirar a él. Intenté concentrarme en divertirme en vez de en lo que estaba a punto de suceder. Una vez que empezamos a hablar, me dijo que era un jugador de hockey profesional de la NHL desde hacía mucho tiempo que había sido trasladado de Pittsburgh a San Sexliz en el verano. Me dijo que su primera esposa había fallecido de cáncer y que estaba tan abierto a otras mujeres y que podríamos pasar un buen y largo tiempo juntos. Le dije que eso sonaba como una gran idea. Así que nos fuimos. Empezó diciéndome que lo estábamos pasando muy bien y que nos divertíamos mucho y que debíamos dejar que la otra persona lo disfrutara. Luego me puso la mano en el culo y me dijo que me pusiera de rodillas. Lo hice, y me guió. Estaba en total shock cuando me dijo que empezara a frotarme por el eje de su polla...