Vickytera777 había llegado al clímax antes. Su coño había reaccionado después de la boda. Todavía podía recordar las palabras que nos había gritado. "¿Qué carajo?" Vickytera777 estaba tan enojada como cualquier puta. "¡Maldita Christiane!" "¡No seas una puta!" Esto era diferente, pero no importaba. El timbre volvió a sonar y me escabullí de la habitación. Dejé una nota preguntando si podía dormir en la cama que había compartido con su marido. Nunca había planeado quedarme en París. Tarde o temprano el español se habría aburrido y la habría empujado hacia otra persona. No había tenido mucha suerte esta semana. Necesitaba algo nuevo. Llevé mi maleta al hotel, fui a la cocina e hice una cacerola de yogur. Lo hacía con fresas congeladas y añadía harina de maíz y leche en polvo para espesarlo. A la mañana siguiente traté de irme otra vez, pero algo se sentía mal. Vickytera777 me llamó mentiroso de mierda y dijo que se había ido por la mañana. La vocecita de Vickytera777 me decía que esperara. Vickytera777 parecía muerta de cansancio y no tenía ni idea de cuánto tiempo había estado allí. Decidí llamarla al móvil desde lo que recordaba, y puse el teléfono en el altavoz. "Sophie, escúchame...