Hot Laurah comenzó a frotarse la esperma de su boca, usándola como lubricante, y continuó acariciando mi eje. Hot Laurah me dejó venir. She�s me probó. Me detuve inmediatamente. Hot Laurah estaba temblando. Le dije que no quería que se detuviera y Hot Laurah me preguntó qué quería decir. Se lo dije. Hot Laurah me dijo que me la había tirado. Hot Laurah había venido de Tyrone. Pensé en decirle que sí, pero después de contarle sus no tan sutiles toques lascivos decidí que sería mejor dejarla seguir. Me dijo que Hot Laurah tenía mucho que hacer y que tendría mucho que decir. Hot Laurah no podía quedarse más que unos minutos. Tyrone y yo pedimos una cerveza y nos fuimos. Perdí la noción del tiempo. No usé el dinero de la cerveza para comprar un nuevo televisor, aunque debería haberlo hecho, no lo hice, no lo hice. Estaba en un sórdido aturdimiento...