Angelsdaniel corre por el pasillo, me pasa y me dice: "Señora, sus sujetadores están agotados. "Oh, sí. No sabía que estabas en él. ¡Oh, Dios mío!" Mis tetas son tan pesadas. "Señora, si las quiere, venga a verme. Si no las quiere, hablaré con el hombre de seguridad para que le dé unos sujetadores que pueda usar en el trabajo. Y guardaré su tarjeta de crédito para que pueda ir a una tienda donde tienen sujetadores para una talla de copa que ni siquiera uso. "Angelsdaniel me dio uno de los sujetadores. Le dije: "Me lo quedaré. Oh, por favor, sólo di mi nombre, y puedes tenerlo cuando quieras. "Angelsdaniel finalmente se rindió y se fue. Entonces pensé en otra cosa. No debo usar lencería en el trabajo, porque tengo pechos grandes, en vez de un pecho varonil. Hay demasiadas medias por aquí, y ahora no tengo a nadie a quien atrapar. No es mi culpa. Si no puedo usar pantalones, ¿por qué usar ropa? ¿Y cómo evitaré a ese gorila? Decidí que la llave estaba en el nombre. Pensé, "¿Recuerdas cuando estábamos en tu casa, y eras como una estrella de rock, pero luego te pasaste y empezaste a usar todas esas tangas...