Blancanieves me rogó que le disparara a la boca y la dejara terminar. Estaba al borde de las lágrimas y de la corrida, pero Blancanieves me rogó que la dejara terminar en tu boca. Pulgada a pulgada moví mi lengua y mi mano arriba y abajo de la cabeza de su polla, deslizando la cabeza de mi polla en su boca. Cada vez que Blancanieves quitaba la boca de mi polla, mi semen salía a borbotones. Su semen sabía tan bien, pero era demasiado espeso para mí. Su cabeza estaba mojada. Blancanieves nunca dejó de rogarme que la dejara terminar. Cada vez que dejaba que su cabeza se le metiera un poco más de polla en la boca, Blancanieves pedía que me corrigiera en su boca. Entonces Blancanieves empezó a pedirme que la dejara ir. Mientras me arrodillaba en el piso, Blancanieves se inclinó sobre mis piernas y me mostró su coño rosado, así que supe que no era sólo nuestro sexo vaginal lo que ella disfrutaba, sino también nuestro sexo por mamada. Me arrodillé a los pies de su cama y seguí lamiendo y chupando su coño, y su pequeño y apretado culo. Cuando me incliné sobre ella, pude ver como Blancanieves rebotó en mi polla mientras la bombeaba. Podía verla apretando mi polla, así que añadí un par de golpes de mi polla dentro y fuera de su culo. Su semen salía a chorros de su pequeño coño, por la excitación del sexo oral que Blancanieves me estaba dando...
