A Look no le importaba, no le estaba quitando nada. Look quería convertirlo en un hombre. Con un último empujón, la enorme polla de Kelly estalló en un chorro de jismorreo blanco, llenando su vagina mientras el pistón de la correa entraba y salía. Se balanceó hacia adelante y hacia atrás, empujando en su agujero, sonriendo, sonriendo, golpeando sus caderas contra ella, follándose fuerte y rápido. Mirando hacia abajo, no podía creer que acababa de hacer que su hermana se corriera. Quería correrse en ella. Por una fracción de segundo pensó en soplar su carga por toda su cara, pero se sacudió eso. Sabía que tenía que tomarla por detrás. Con un último y profundo empujón, Look sacudió sus caderas al ritmo de su golpe, empujándolo más y más dentro de ella, más y más rápido y sus ojos empezaron a girar hacia su cabeza mientras ella sacudía sus caderas, masajeando las entrañas de su polla con su pulsante coño. La criatura que había en él empezó a crecer; una oleada de energía masculina que quería llenarla hasta el borde con su semilla, para lamerla y, con ese último empujón, acabar con él en un glorioso rugido. Se forzó a sí mismo hacia ella, empezando a empujar hacia arriba y abajo más y más rápido, instándola a correr. Seguía tocándola, manteniendo su pulgar contra su clítoris mientras la golpeaba con sus dedos. .