Ohh Kristy no llevaba nada en absoluto. Y Ohh Kristy tenía ese increíble sentido de la inocencia, como si siempre estuviera asustada, siempre estaría en guardia, pero tenía tantos juguetes con ella y podía dármelos en cualquier lugar. Y un día Ohh Kristy me lo dijo, y era muy linda y me reí, pensé que estaba loca, y nos reímos por unos diez minutos sobre lo raro que era yo, y fue tan dulce y divertido. Ohh Kristy me mostró toda su mierda de lamer clítoris a través del consolador y yo estaba como, esto es perfecto. Yo quería eso, lo necesitaba, estaba tan excitado por ella, así que la seguí a un dormitorio en un apartamento diferente. Y cuando llegué allí, había un tipo gigante que estaba sentado al final de la cama, sin nada más que su ropa interior. Esto fue después de que él se había metido el dedo en el culo y me dijo que se sentía genial, y que una chica estaba sentada en la cama sólo en calzoncillos. Y pensé, ¿sabes qué? Al diablo con esto, va a ser incómodo. Así que tomé su mano y la miré y dije, ¿sabes lo que quiero? Quiero lamerla, tú vas a lamerla...