Los Sashabulls venían y decían: "Voy a cogerte, nena, pon tus brazos a mi alrededor". Ella está a un metro de mí y Sashabulls trata de frotar su cara en mi entrepierna y se la frotó. "No pude decir nada porque estaba totalmente avergonzado. En mi cabeza, pensaba: 'Oh, Dios, ¿qué voy a decir?' Así que vomité en el baño y fue como: 'Oh, nena', pero no lo estaba. Sólo pensaba, "¿Qué carajo voy a decir? Pensé que iba a tener un orgasmo, pero no fue así. "Al principio, Sashabulls no me dejó en paz. Entró en mi habitación y me acercó y Sashabulls dijo: 'No te preocupes, no puedes decírselo a nadie'. Puso su mano sobre mi pene y yo ni siquiera sabía lo que Sashabulls estaba haciendo porque me había quedado completamente en blanco, así que pensé, 'Por favor no me dejes solo, por favor no me dejes solo', y ella estaba hablando tan fuerte que yo no entendía. Sashabulls dice, 'No te preocupes, nena, no puedes decírselo a nadie. Entonces Sashabulls se sentó y me hizo rodar sobre su espalda y luego comenzó a ponerse la ropa y yo pensaba que se iba a ir, pero no lo hace. "Cuando fui a la ducha, encontré mi pene a punto de salirse de la manga del pene. Dije: "Lo siento, Dios mío, lo siento", y Sashabulls dijo: "Soy la razón por la que no se lo puedes decir a nadie...