Intentó recuperar el aliento, pero las palabras de Lenny aún le llenaban la mente, y aunque Alwayssomewhere intentó luchar contra ello, se sintió sonreír de nuevo. Lenny estaba demasiado distraído por sus interminables pechos y la ajustada cintura del suéter para notar la vista frente a ella. Su lengua salió corriendo y lamió la entrada húmeda de su coño, pasando la lengua por sus pliegues internos y escuchando el gratificante gemido que venía de dentro. Se le levantó la blusa de nuevo, y siempre se retorcía en algún lugar. Después de dejar que su cuerpo se enfriara durante unos segundos, sus dedos trazaron un camino hacia la parte interior de su muslo, apenas permaneciendo en su coño. Su dedo era grueso y poderoso, mientras se deslizaba por su rendija, mirando de arriba a abajo al brote de su montículo. Lenny soltó un gemido, y las lágrimas llenaron sus ojos. Sabía que le temblaban las piernas por el esfuerzo, pero no había nada que Alwayssomewhere pudiera hacer al respecto. Las sensaciones dentro de su coño eran tan intensas, que Alwayssomewhere no podía concentrarse en nada más. La mano de Lenny salió disparada y se frotó suavemente por su rendija, dejando una hendidura al apretar la carne húmeda. Su lengua se arrastró hasta la entrada de su agujero, y Alwayssomewhere la chupó, sorbiendo el brote hinchado. .