Los extremistas querían terminar la relación y seguir adelante. Ella necesitaba ir a la universidad en Montreal y Extremedesires necesitaba dinero. Pero Extremedesires había comenzado a sentirse muy segura de que ella aún lo amaba. Se conocían desde hacía tiempo, y habían estado muy bien juntos. Así que cuando le dijo que lo hiciera, Extremedesires supo que no era el momento adecuado. Ella necesitaba ir a la universidad, y Extremedesires no podía hacerlo cuando su pene estaba en su vagina. Parte de ella sabía que él no lo entendía, o que Extremedesires no tenía el conocimiento para hablar con él. Pero otra parte de ella ya se había enamorado de él. Había cosas que la hacían temblar y doler. Nunca había experimentado dos de las sensaciones sexuales más poderosas y satisfactorias que tuvieron el mayor impacto, que la dejaron aturdida y sintiéndose refrescada. Luego hubo otras cosas. Podía ser afectuoso, cariñoso y apasionado. Pero también era impulsivo, imprudente e irracional. Las cosas que lo hacían irresistible eran las que lo llevaban a detenerse en el peor momento posible y luego culpar de su incomodidad a otra persona. Extremedesires estaba aterrorizado de que llegara a creer que la falta de su consentimiento se debía a ella. Extremedesires había tenido razón sobre él una vez antes. Cuando Extremedesires era joven, saliendo con su padre en Montreal, había terminado una relación con un hombre porque le dijo que ya estaba harto. .
